sábado, 7 de junio de 2008

BUPRENORFINA TRANSDÉRMICA EN ENFERMOS ONCOLÓGICOS EN CUIDADOS PALIATIVOS CON INTOLERANCIA A OTROS ANALGÉSICOS DE 3er ESCALÓN.


DM Muñoz Carmona1, E Uceda Torres2, JN Rodríguez3, MJ Ortega Rodriguez1,
1Servicio de Oncología Radioterápica. Hospital Juan Ramón Jiménez. 2Unidad Rural de Cuidados Paliativos Domiciliaria AECC. 3Servicio de Hematología. Hospital Juan Ramón Jiménez. HUELVA.
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO: La buprenorfina transdérmica ha sido hasta ahora un analgésico escasamente utilizado en el control del dolor en pacientes oncológicos. Nuestro objetivo es evaluar su uso y sus efectos secundarios en pacientes oncológicos avanzados atendidos en el período enero 2007 a febrero 2008 por nuestra unidad de cuidados paliativos domiciliaria.
MÉTODO: Valoramos 4 pacientes incluidos en un programa de Atención Domiciliaria que han recibido tratamiento con buprenorfina transdérmica (Transtec parches®). Todos ellos habían recibido previamente analgesia de tercer escalón con fentanilo o morfina presentando intolerancia digestiva a ambos.
RESULTADOS: Cuatro pacientes recibieron tratamiento con buprenorfina transdérmica. Las edades de los pacientes fueron 52, 74 y dos de ellos 79 años. Todos presentaban inicialmente dolor de características somáticas (ninguno neuropático) con un EVA comprendido entre 6 y 8 (media 6,7). La dosis inicial de buprenorfina transdérmica fue 17,5 µg/hora (1/2 parche). La dosis mediana final fue 35 µg/hora (1 parche). El dolor final presentó un EVA final comprendido entre 3 y 5 (media 4). La media de días de tratamiento ha sido de 37,5 (30-60). Los únicos efectos secundarios observados fueron somnolencia leve (2 pacientes) y estreñimiento (3 pacientes) a pesar de la profilaxis con lactulosa. Ningún paciente presentó náuseas o vómitos (se realizó profilaxis con domperidona). En ningún paciente fue necesario cambiar de tratamiento por mal control del dolor o por intolerancia al mismo.
CONCLUSIONES:
1. El tratamiento con buprenorfina transdérmica en enfermos oncológicos avanzados en programa de cuidados paliativos con intolerancia a otros analgésicos de tercer escalón, fue bien tolerado, proporcionando una analgesia adecuada sin interferir en los cuidados médicos y de confort de nuestros pacientes.
2. Esto nos parece especialmente importante al ser los pacientes reacios inicialmente a seguir utilizando fármacos similares a los previos con los que habían tenido mala experiencia por miedo a secundarismos.
3. Nuestra experiencia en 3 pacientes ancianos orienta hacia una buena efectividad y seguridad para el control del dolor moderado-grave en este grupo de pacientes.

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